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miércoles, 26 de noviembre de 2008
capullito de aleli. amor de mi vida bichito...
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martes, 11 de noviembre de 2008
Mamá: ¡me voy!
Llega un momento en la vida de toda persona en el que se genera un duro cambio de entorno, de ambiente, de útero social: el momento en el que te vas a vivir solo, dejando la casa familiar que te albergó y alimentando ilusiones de independencia y emancipación total.
Ese momento puede suceder a cualquier edad, aunque generalmente se da en gente que ronda los 20-30 años. No se pongan mal si tienen 50 y siguen viviendo con sus padres, pasa en las mejores familias y nadie los va a cargar por eso (aprovecho para decirles que la pensión “Los amigos” en Montserrat cobra baratísima la pieza, manéjenlo).
Cansados de la constante supervisión parental, los pájaros que están a punto de echarse a volar imaginan un universo plagado de sorpresas, salidas a cualquier hora, un hábitat propio que se maneja bajo sus reglas y deseos. Pobres avecillas liberadas… la vida independiente dista mucho de ser ese paraíso de tranquilidad y relax que pensaban.
Comencemos, entonces, a desgranar los avatares que sufre una persona que vive con sus progenitores y otra que ha decidido, como dice Patricia Sosa en su tono camionero, echarrrrrrse a volaaaaaaaar.
La comida y el uso de la cocina
El que vive con los padres:
Su madre se preocupa por hacerle las milanesas que tanto le gustan, bien sequitas, las papas fritas tiernitas por dentro, los huevos fritos en su punto justo, sin quemar el borde, lo obliga a comer un poco de verdura y para el postre siempre tiene preparado un budín, un flan, un bizcochuelo relleno con dulce de leche o el número de la heladería cara.
La heladera siempre está rebosante de materias primas de excelente calidad y de comidas perfectamente organizadas en tuppers, que entran en el aparato refrigerador con la maestría de un tetris aceitado con vaselina LaRoche Possay.
Jamás levanta un plato, no sabe qué es el detergente y piensa que el escurridor es un estante de la alacena que se salió de lugar y que su madre es tan vaga que lo usa para guardar los platos aún mojados.
El que vive solo:
Se preocupa por alimentarse sólo cuando siente que su estómago se está digiriendo a sí mismo. Lo único remotamente verde que ve en su comida diaria es el hongo que se apoderó del último pedazo de queso que queda. Desde que se mudó que come en las bandejitas de plástico que le trae el delivery, la única vajilla que se preocupó por conseguir fueron vasos para tragos largos, porque el fernet no se cambia por nada.
La heladera es un cementerio de voluntades, es el vacío interior de un iglú abandonado, es la nada iluminada por una lamparita de coté. Hay dos botellas de Coca Cola (una vez más, es para el fernet), una jarra con clericó de la semana pasada, dos vinos de tetrabrick Uvita Fiesta, un paquete de pan lactal que no se banca un carbono 14 y dos rebanadas de jamón tan viejo que su grasa ya echó grasa. Por fuera, sin embargo, parece la calle principal de Las Vegas, llena de carteles casi luminosos de rotiserías, deliverys de pizzas, pastas, comida china, japonesa, taiwanesa, boliviana, peruana y podrida.
Sigue sin levantar un dedo, y todavía falla en entender el proceso que hace que lo que a la noche está sucio sobre la mesa, a la mañana siguiente sigue ahí, sin limpiarse automáticamente. Cree comenzar a comprender cuando asocia el hecho de la limpieza con la visita semanal de su madre, que todavía no acepta que su hijo se fue del nido y la dejó con incontables horas de Utilísima para llenar su vacía existencia y aprender deliciosos platos que llevarle a su crío al departamento.
La distribución del espacio y el tiempo
El que vive con los padres:
No posee un ámbito propio, con la salvedad de su habitación. Considera que debería tener un baño en suite, cosa de poder sacudir el amigo tranquilo, sin tener que salir corriendo porque su hermana se tiene que planchar el pelo para salir.
Asimismo, su habitación le resulta pequeña y con pocos mecanismos de defensa (cualquier momento es bueno para que su madre irrumpa sin tocar la puerta, presenciando el auto-orgasmo más placentero de su vida adolescente), con lo cual constantemente se quejará porque le tocó la pieza más chica.
Empeora la situación si la comparte con algún hermano o, en el peor de los casos (créanme, me pasó) con una bisabuela que se caga caldoso todas las noches porque sus esfínteres declararon piquete.
En cuanto al tiempo, no es dueño del mismo, por supuesto. Su madre lo despierta para que cumpla con sus obligaciones, su padre marca el ritmo de uso del baño cuando caga a la mañana leyendo íntegro el Deportivo del Clarín, su hermanita lo clava los sábados a la noche, quedándose bajo su estricto cuidado. Si la persona sale, tiene que volver a la hora pautada, o será castigado severamente.
El que vive solo:
Sigue poseyendo sólo su habitación como ámbito propio (alquilar un dos ambientes es imposible a esta altura del partido), pero con la salvedad de que su madre no lo despierta más en persona: lo llama por teléfono todas las mañanas para asegurarse que su nene no se quede dormido.
Ahora que tiene un lugar para ponerla tranquilo sin señoras cincuentonas que interrumpan la fellatio, no tiene con quién ponerla. Pasa su tiempo entre FX, lo que el hombre ve, los backstages de Fashion TV y las líneas difusas del codificado canal de Playboy. Lo que pasa es que se desespera tanto al gritar a los cuatro vientos que vive solo, que las mujeres terminan teniéndole miedo y yéndose a desayunar con sus infaltables amigos gay.
En cuanto a los tiempos, ahora se los maneja él. Lástima que no sabe leer la hora en un reloj de aguja y que pasa 1 minuto bañándose con agua fría y 42 tratando de descifrar, mojado hasta la nuez, cómo encender el calefón.
Indumentaria, blancos y limpieza sanitaria
El que vive con los padres:
Tiene toda la ropa lista para usar, lavada, perfumada, planchada y colgada de su respectiva percha. Bah, casi toda la ropa. Justo ese jean que se quiere poner para ir a bailar está mojado en el tender, todavía. He aquí el segundo proceso que no entiende: cómo el calzón con palomilla del sábado, que él mismo revoleó debajo de la cama, aparezca limpio y agradable a la nariz en su cajón de ropa interior. Es ahora cuando empieza a creer que hay enanos lavanderos que, con la ayuda de los Granbys azules y verdes, logran semejante tarea.
Las sábanas de su ajetreada cama se cambian todas las semanas, permitiendo apoyar la cabeza en un mar chuavechito y no quedarse pegado a los waskasos viejos como mosca en telaraña. La madre piensa que las manchas son producto del átomo desinflamante que se pone el nene en la ingle, desde que se desgarró en el entrenamiento…
Cuando va al baño escribe su nombre con meo en la tabla, deja todos los pelos en la rejilla, deja palometas en la taza del inodoro, deja catorce toallones húmedos y siete pares de medias usadas en el bidet. Cuando vuelve a ir al baño, está impecable. Revisa detrás del bidet y corre la cortina de la bañera, en un intento inútil de descubrir in fraganti a esos enanos hijos de puta.
El que vive solo:
Usa la misma ropa una semana entera, hasta que se toma sola el 60 de la mugre que tiene, y es ahí cuando se cambia. El que se muda solo sufre una gran desilusión, sólo comparable al descubrimiento de que Papá Noel son los padres: los enanos lavanderos eran su madre que, antes de irse, le explicó que debería llevar la ropa al lavadero, ahora que se había convertido en un muchacho grande. Entonces, el despechado muchacho junta, junta, junta ropa y el 28 de cada mes inunda a los chinos del Laverap trucho con tres bolsas enormes de harapos hediondos. Durante dos días no quedará un retazo de tela en todo el monoambiente. Párrafo aparte merece la ropa de cama, por eso se lo damos:
La ropa de cama se lava sólo cuando el escozor producido por los ácaros, las migas de pizza, las cucarachas coloradas y el cascarudo borracho transgénico que albergan esas sábanas oloríferamente asesinas es tan lacerante que causa que el muchacho se rasque hasta sangrar.
El baño es un lugar habitable sólo el día después de la mudanza y el día después de que venga mamá a ayudar con la limpieza del departamento. El pobre muchacho desconoce la palabra “lavandina”, juega al hockey con el secador de piso y la pastilla para inodoros y usa la escobilla de rasquetear mierda como un rascador de espalda (muy conveniente ante el ataque de los ácaros, se da cuenta?). Por eso aprovecha y caga en el laburo.
Las relaciones amorosas
El que vive con los padres:
Presenta a la novia con timidez, nerviosismo y ansiedad. Trata de hacer buena letra, se acicala especialmente para tremenda ocasión y tiene amenazados a sus hermanos con violentos castigos físicos si se mandan algún moco. Le avisa a la madre con anticipación, para que prepare algo rico y tenga la casa en condiciones.
Una vez que la novia es habitué, garchan en la pieza haciendo silencio, trabando la puerta con la silla del escritorio y tapados hasta las mejillas, aunque hagan 40 grados. A ella todavía le da vergüenza quedarse a dormir, él hace chistes en la cena diciendo “si lo que menos hacés es dormir, peterita linda!”. Los padres piensan que va en serio, que se van a casar de blanco, que van a formar una hermosa familia y que van a vivir en la casita del fondo, pasando el jardín, siguiendo con la tradición familiar de la fiambrería y el polirrubro.
El que vive solo:
No tiene novia, tiene miles de garches potenciales que jamás concreta. Si tiene novia, se la pasa controlando todas las mañanas que no haya dejado su cepillo de dientes en el baño antes de irse a trabajar. ¡Se te instalan como ladillas y después no te las sacás más de encima!
Controla, además, que el gato de la noche anterior no haya dejado ningún anillito, arito, portaligas, consolador o dilatador anal en algún rincón de la casa, de lo contrario se le viene la noche. Si invita a su novia más de tres veces a la semana, es porque no tiene qué comer, quién le limpie o cómo abrir la puerta de entrada, trabada con tanta basura sin sacar. CLIC AQUI para leer la nota completa
lunes, 10 de noviembre de 2008
La fecha 14 del gran dt
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sábado, 8 de noviembre de 2008
Idolo argentino
Webeando como siempre por internet encontre esta muy buena pagina de uno de los dibujos mas representativos del humor argentino como lo es gaturro.
el sitio es www.gaturro.com y la verdad que tiene de todo acerca de este dibujo muy simpatico y que mas de uno podra leer muchos chistes para morirse de risa. CLIC AQUI para leer la nota completa
miércoles, 5 de noviembre de 2008
3Canciones para romper el televisor
Un ranking de canciones que uno no puede creer que sean verdad son de terror pero bueno alguien quiso robar con estas canciones..
1Delfín Quishpe. Torres Gemelas
Los conquistadores My conejito(dentro de todo es pegajosa)
los caracoles. La corona(mezcla de kiss,damas gratis, y los que decian chikaka en ace ventura)
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Una nueva fecha del gran dt
En una fecha donde un torneo que parecia resuelto fechas atras se puso parejo 3 equipos comparten la punta y nada esta dicho. Tigre Boca y San lorenzo todos con 26 estan en la cima del torneo con Newells como unico escolta.
El clasico rosarino fue para la lepra y fuertes y lequizamosn fueron algunos de los resaltados de la fecha.
Les dejamos este videito de uno que en el gran dt sumaria (-10)
EN INSTANSTE LOS PUNTAJES
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How Long is your WebWait?
A diferencia de otros servicios por el estilo, WebWait puede realizar varias mediciones automáticas y calcular el promedio entre las cargas. Simplemente debemos indicar un número de mediciones y el tiempo que debe pasar entre cada una de ellas.
Lograr que una página cargue rápido es sumamente importante y puede marcar la diferencia entre el visitante que se queda o se va de un sitio, aunque claro esto siempre depende de los contenidos y los objetivos que tenga el webmaster.
LOS 10 TIPOS DE ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS
El Activista Social:
Este andrógeno descerebrado, no tiene la más minima idea de lo que sucede en el país, pero goza como perro con dos colas de repartir panfletos que digan “No a los cortes”.
Ocioso y con tiempo de sobra, ha hecho la pseudo militancia política una especie de hobbie obsesivo en la cual intenta envolvernos a todos. Sus ídolos son el Che Guevara y Dostoievsky. No sabe absolutamente nada de ninguno de los dos, pero como el segundo es difícil de pronunciar, presume que era “un grosso”.
La Que no se Rinde Jamás:
Esta vieja descuajeringada, tiene mas batallas que Napoleón. Ha sido ridiculizada y bastardeada por cuanto profesor se cruzo, pero su ímpetu y determinación por auto flagelarse a cualquier precio la llevan a no descarrilarse jamás del camino del fracaso.
Tiene no menos de 35 años, y le faltan la misma cantidad para recibirse. Sus hijos avergonzados estudian en otras universidades por miedo a cruzársela en los pasillos fumando un cigarrillo con sus compañeritos.
El Fascista o no Fascista:
Este estudiante no tiene absolutamente otra función mas que la de asistir a clases con el fin de desatar una cacería de brujas dentro de la facultad. Esta obsesionado con “Descubrir fascistas” y es capaz de acusar al portero de Nazi por saludar con el brazo extendido.
Frustrado de vivir en una época sin milicias escandalosas, el muy boby ha tergiversado su propia realidad con el fin de ser un defensor de los derechos humanos.
El Indio Tacuajara:
Debido a su sangre indígena, uno tiene que ser sigiloso y precautivo en sus comentarios ya que siempre están a la expectativa de tratarte de discriminador.
Disfruta mucho de enarbolar la bandera “Anti Bush”, y su máxima pasión es la de contar sus anécdotas de chiriguano adorador del fuego.
Cada vez que abre la boca lo hace lento y pausado, como si el jefe “Luna Blanca” fuese a darnos un consejo sabio. Por el contrario, solo deja relucir su escandalosa ignorancia y su pretexto de sumergirse al mundo universitario solo con el fin de hacernos pagar el destierro de sus abuelos.
El Tontito de los Negocios:
Este simio borracho trabaja de heladero en “Helarte” y despacha cucuruchos a lo pavote durante todo el día. Por la noche, se viste de traje y corbata y llega transpirado a clase con el fin de hacernos creer su ajetreado día en la bolsa porteña.
Emprendedor de mil fracasos, disfruta mucho quedarse después de hora para contarle sus inimaginables proyectos al profesor de Marketing.
La Llorona:
No es que sea un prejuicio, pero en la mayoría de los casos “La Llorona” es gordita. Tiene la misma cantidad de materia gris que una lombriz, y se esfuerza verdaderamente mas de lo normal para conseguir buenos resultados. Todas sus notas son escandalosas reprobaciones que rozan el ridículo, y tiene la manía de desatar un llanto de vaca enjaulada al recibir sus notas. Siempre tiene un grupito de oligofrénicas que salen corriendo tras el elefante descontrolado, y la contienen en el pasillo de la facultad diciéndole que “El profesor te tiene bronca”.
El de la “Facu”:
Si de miedo se trata, a este boby le tengo panico. Es el perfecto ejemplo del “Vitalicio”. Asiste a la facultad con el único motivo de relacionarse y hacer amigos.
Al segundo día de clases ya tiene agendados los e-mails de absolutamente todos los cursantes, y manda al menos un e-mail por semana organizando un viaje de egresados, un asado, o una salida entre “los de la facu”.
De primer momento es un tipo útil para relacionarse con el resto y definir tu verdadero grupo de amigos, sin embargo, al tiempo no comprende tu indiferencia, y termina siendo un mártir. Recordar: Siempre es preferible estar solo que mal acompañado.
El que esta en el Horno:
La verdad es que siempre le tuve un asco inexplicable a todas las personas que decían “Estoy en el horno”. Previo a cada examen, jamás escuche a nadie decir; “La verdad que estudie, si me va mal soy un boby”. Siempre, absolutamente siempre todos “Estaban en el horno”.
No encuentro mas que odio y represión inmediata para todos aquellos que utilicen esta frase. Por otro lado, quiero dejar bien en claro que estos especimenes, hacen esa aclaración previa para luego mostrar orondos su 10 y decir que no estudiaron pero que “la re chamuye”. ¡Sos un piola bárbaro!, Autodidacta.
La Facilonga:
En todos los cursos existe esta muchacha que hace que las fiestas universitarias jamas terminen sin al menos un polvo de parado. Ha estado con absolutamente todos sus compañeros de la facultad, pero se ofende locamente cuando se la trata de “facilonga”. Tiene una perfecta coartada para decir por que se termino encamando con cada uno de sus treinta compañeros, y si lo piensa bien, en realidad a ella no le gustaba ninguno, lo hizo de borracha.
La facilonga es también una eterna repetidora, y asiste a clases producida como si fuese a un casamiento. Su máximo sueño, es la posibilidad de organizar un desfile en la facultad adonde la elijan como “La Reina de la UBA”.
El “Rastapunkmetal”:
Este mamarracho de turno, es un incondicional a todos lo movimientos sociales y una perfecta veleta de la moda.
En los tres años que dura su carrera, ha tenido etapas de rasta, de punk, de metalero, de stone, de cumbiero, y hasta de skinhead.
No dudaría un segundo en hacerse flogger si eso lograra llamar un poquito más la atención. Su máximo deseo es el de crear una imagen excéntrica y ser catalogado como un tipo misterioso. Le encanta desatar la polémica aunque carezca de fundamentos, tan solo para mostrarse distinto. CLIC AQUI para leer la nota completa